Hoy me siento con ánimos, me doy cuenta que la vida es un solaz donde algunas veces somos o las víctimas o los victimarios, siento que la vida hoy me muestra poco valioso y es a mi mismo. Mirándome al espejo, me doy cuenta que soy yo, a quien efectivamente tengo, a quien efectivamente le debo fidelidad, y ya no a alguno que se aparece cuando me acerco, y se aleja cuando me aproximo.
Aprendí que en la vida, muchas veces no somos importantes para ciertas personas, y de ello deriva que tengamos que regalarles nuestro silencio; nuestra abandono, e incluso negarles una vistazo, hasta una sonrisa de ser posible. Porque estas, no vienen a aportar, solo vienen cuando sienten que ya no nos poseen, y cuando el peso de la supuesta pérdida les ahoga, tratan de buscarnos.
Yo ya aprendí a diferenciar el buen querer, de una emoción pasajera; esta que surge como el resultado de perder “lo que se creía seguro”. Pues no es que esta persona no supiera de mi valencia, lo que ocurrió efectivamente es que nunca pensó que yo me pudiera marchar de su vida.
Acostumbrada a que todo le fuera cubo en bandeja de plata, pensó que yo tal cual perrito faldero, estaría detrás de sus migajas, lo que no contempló es que yo no voy por la vida regalándome como tela remendada; contrario a eso, entiendo lo que puedo aportar, sé que puedo ofrecer complicidad, fidelidad, compañerismo, pasión y arrebatos de placer, cosa que no se encuentra en estos días de tanto egoísmo.
✅ Autor: Belifers
✅ Narrador: Situación Antonio
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